Ayer visité la dulcería más concurrida de Piura y una de las más recomendadas en Cucharas Bravas. Fui porque ayer me peleé con mi enamorado por celoso y luego de recibir la mala noticia de que en Comunicación Internacional –el curso que más odio después de los cochinos piropos que me lanzan por la calle- estoy desaprobada con roche – no digo la nota mejor- y completando el día de “M”: me quedé sin ninguna moneda en el bolsillo. Pero mi miserable condición no fue impedimento para que cogiera mi mototaxi y me desestrese de tantos problemas juntos como el día de ayer que fue similar.
Luego de inspeccionar algunos dulces raros – esos que cuando los miras te dan risa- y de preguntar por el nombre de otros le pedí a la muchacha que atiende ahí que me vendiera un suspiro relleno de trucos piuranos. Pague S/1.50 por este dulce elaborado pensando en los exigentes paladares piuranos. Al llegar a casa y mientras miraba con detenimiento las capas de chocolate y el relleno de manjar que lo recubre la empleada de la casa me dijo que me buscaba mi enamorado – con quien ayer había peleado-. Y como soy tan fanática de los dulces le dije a la muchacha que lo hiciera esperar. Corrí y me encerré en mi cuarto, ahí sola, sin ningún “bicho raro” que me molestara le di el primer mordisco ¡Uhhhmmm, dulcísimo!! A la tercera mordida ya me había empachado y pensé en invitarle a mi enamorado, pero yo que soy orgullosa no cedí. Me lo terminé todo aún sabiendo que este caprichito me costaría unos cuantos kilitos más. “Igual” -pensé- mañana voy al gimnasio y me libero de ese pecadillo.
Brunela Baca S.
Piura La Dulce 