Sí, ese es el nombre de este dulce piurano. Esta vez fue Doña Bernardita quien hizo llegar a mi paladar tan exquisito postre. No sólo el nombre es extraño, su sabor es muy parecido al de un toffe casero, aunque debo reconocer no es adecuado para quiénes tienen dentadura débil. No señores!, este dulcecito no puede ser comido a la ligereza. Es toda una aventura comer el gofio. Hay que tener mucho cuidado. Debes morderlo con cautela y por pedazos pequeños. Una vez que lo pruebas, sabrás de que se trata. No hay duda que querrás repetir la experiencia.
Algo muy triste es que los gofios no los encontramos en cualquier pastelería o panadería. La primera vez que lo comí fue doña Emma ( vive en el barrio norte de Piura) quien me lo ofreció. No conocía de nadie más que lo preparara hasta que mi mamá me trajo uno preparado por doña Bernardita ( los vende en el CERP de Piura ).
En cuanto a los ingredientes que hacen tan rico el gofio, tenemos la chancaca, canela, clavo de olor y harina de maíz molida con azúcar para espolvorear sobre el gofio. Al menos estos me dictó doña Bernardita. Con la preparación si fue más celosa. La última vez que comí un gofio parece que a doña Bernardita se le olvidó sacar un clavo de olor, y sentí tal amargura mezclada con azúcar y a la vez un picante extraño. La dura experiencia no evitará que siga comiendo este dulce. Ojalá doña Bernardita tenga sucesora porque me apenaría tanto que el gofio termine desapareciendo. Dulces como ese, tan caseros, tan naturales, tan buenos! Son los que tenemos que rescatar.
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Por Diana Palacios
Piura La Dulce 